*Si haces entrenamientos te los Curras tú.

Comenzaba otro día para Renji donde para su suerte, había la lluvia parado desde hace ya varias horas, por ende sin más decidió continuar con los entrenamientos ya programados. Con las pesas puestas, rápidamente abrió la puerta de su habitación a la vez salió y cerró la misma conforme la trancaba, se dirigió hacia las escaleras donde rápidamente las bajo y se dirigió hasta la recepción, salió por la puerta y velozmente se dirigió hasta la zona arbolada de ayer.

De un momento a otro, llegó a la dicha zona arbolada esta iba a ser donde estará entrenando su físico Furoi, una vez allí este último se ajustó más las pesas en sus pies, una vez listo eso ejecutó un suspiro mientras colocaba su cuerpo recto, ya que para colocar las pesas debía agacharse, de esa manera observó los árboles a su frente, decidió que el entrenamiento constaría de dar un trote estacionario, luego dos vueltas alrededor de toda la zona y por último saltos. Renji estaba muy decidido a lograrlo así que por nada del mundo se echaría atrás.

Una vez listo, Renji comenzó a mover las piernas de arriba a abajo simulando el trote, calmadamente permanecía concentrado mientras seguía haciendo el mismo ejercicio, Renji enfocado observaba sus alrededores y pensaba en lograr esto, rápidamente aplicaba más fuerza, mucha más mientras seguía dando el trote estacionario, cada vez que pisaba el suelo hundía un poco la tierra del mismo debido al peso de las pesas, al cabo de 20 minutos y un poco más, las piernas le indicaron dolor así que decidió parar. Se sentó en el suelo, donde allí comenzó a mover las piernas de adelante hacia atrás para evitar que los músculos se durmieran, al parar pasaron 10 minutos, Renji decidió empezar con las patadas primero.

Lentamente, se levantó del dicho suelo y se acercó hasta uno de los árboles de la zona, al estar cerca de uno de ellos denotó que era uno de los que él había golpeado antes entrenado, observó este y enfocado, tomó una respiración leve y cerró los ojos, dejaba que la brisa rosara su rostro y moviera su cabello a la vez, al cabo de algunos segundos abrió los mismos ojos y movió la pierna derecha hacia el tronco comenzando a patearlo, seguidamente de la izquierda y así sucesivamente de igual manera comenzó a contar en su mente las repeticiones que hacía.

- Ichi, Ni, San, Yon, Go, Roku, Shichi, Hachi, Kyuu, Juu.
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Al cabo de 40 patadas, 20 con la derecha y la misma cantidad con la izquierda, las extremidades inferiores le indicaron un poco de dolor, Renji comenzó a mover las piernas desde adelante hacia atrás, claramente apoyándose con una al mover la otra y así sucesivamente para evitar que dichos músculos se durmieran y se enfriaran, a la vez al cabo de otros diez minutos con todo listo, Renji decidió continuar, quiso volver a hacer patadas así que se colocó al frente del mismo árbol, posteriormente comenzó a patearlo, primeramente con la extremidad inferior derecha seguido de la izquierda, mientras que en la mente contaba.

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Nuevamente, 40 patadas fueron las suficientes para que una vez más las piernas de Rankotsu se cansaran, calmadamente empezó a mover las piernas de adelante hacia atrás con delicadeza, de igual forma movió sus pies circularmente, estos estiramientos causaban algunos tronados de los huesos, al cabo de otros diez minutos y un poco más, el joven shinobi de Konohagakure no Satô se levantó, luego de pensar en su sensei el cual seguiría adelante sin rendirse algo que lo motivó a seguir adelante y no rendirse nunca si quería llegar a conseguir sus respectivas metas para el futuro y de igual manera demostrar a todos que si podía lograr lo que se propusiera.

Rápidamente, con todo listo comenzó a correr con todas sus fuerzas y a gran velocidad hacia la derecha, para que de esa manera Furoi empezaría darle la vuelta a dicha zona la cual medía 1 kilómetro y medio más o menos, muy velozmente, Renji utilizaba todas sus fuerzas corriendo a una velocidad considerada, a la vez se acostumbraba a las pesas mientras hacia dicha actividad, observaba los alrededores de donde corría, los animales y ese tipo de cosas, al completar la primera vuelta se mantuvo enfocado y prosiguió para dar la segunda, igualmente se denotaba en Renji una vez más la fuerza de voluntad que tenía para seguir adelante, con gran velocidad el joven alumno de Asuma continuaba corriendo hasta que al cabo de 20 minutos, sumando 40 minutos en total. El joven Renji, cayó exhausto al suelo, aún sin rendirse.

Al cabo de 15 minutos con sus piernas descansadas, permaneció en el suelo donde entonces a Renji se le ocurrió un nuevo ejercicio, estando en dicho suelo estiró sus piernas colocándolas rectas en el suelo, de esta forma se enfocó exactamente en el nuevo ejercicio, cerró sus ojos calmando sus respiración, a la vez dejaba que la brisa moviera sus ropajes y su pelo, luego de eso comenzando a mover de arriba a abajo las piernas, abrió los ojos y concentrado/enfocado, contaba en su mente las respiraciones que hacia. Ejecutaba como una especie de levantamiento de pesas pero con sus extremidades inferiores.

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Exactamente 50 levantadas con sus piernas, las extremidades inferiores le indicaron exactamente dolor, pero no muy intenso, esto se debía a que ya casi se acostumbraba a las pesas, ya con ese pensamiento en la mente, cerró sus ojos dejando nuevamente que la brisa le adormeciera sin embargo permanecía despierto, Renji miraba desde la sombra de ese árbol las grandes nubes que rodeaban el cielo de esta aldea, una aldea extremadamente peculiar a las demás algo que a Renji le gustaba bastante. Al culminar casi 18 minutos, Renji rápidamente se levantó quitando el efecto adormecedor que causaba la brisa, sin más se dignó a hacer un último trote.

Estaba totalmente emocionado, a la vez calmó su respiración, de igual manera sudaba un poco y observaba a sus alrededores con una sonrisa, nuevamente el joven de Konohagakure no Satô comenzó a mover sus piernas simulando una carrera, aplicaba muchas fuerzas trotando a gran velocidad, se mantenía enfocado, simplemente pensaba en lo que estaba haciendo, simultáneamente a eso seguía trotando, pasaban los segundos y los minutos, él continuaba, Renji admiraba la fuerza y velocidad que alcanzaba a medida que ejecutaba sus entrenamientos, al cabo de unos 30 minutos, Furoi finalizó ahora sí, donde entonces empezó a correr de verdad hacia el hotel otra vez, aplicaba fuerza y velocidad a medida que avanzaba entre las calles de la aldea, le servía igualmente como entrenamiento esto. Al llegar se adentró en el hotel y sin más, fue a su cuarto. No se quitó las pesas por nada del mundo.